Friday, April 02, 2010

EDUCACIÓN CON SENTIDO: “AQUEL QUE TIENE UN
PORQUÉ, PUEDE SOBREVIVIR A CUALQUIER CÓMO”

Lic.Hugo Méndez 

¿Qué se puede interpretar de “Aquél que tiene un porqué, puede sobrevivir a cualquier cómo”? y ¿qué implica una educación con sentido? Creo que, antes de responder estas preguntas, es necesario tener en cuenta las condiciones en que Friedrich Nietzsche desarrolló este pensamiento. Nietzsche se convirtió en un duro crítico del siglo XIX en el que le tocó vivir. Consideró que la ciencia y la filosofía occidental estaban fundadas en una moral y en una razón falsa, porque en la Grecia antigua se había adoptado modos de pensar y de hacer de forma equivocada, hecho que se produjo por el apego a la tradición apolínea en lugar de la dionisíaca; según palabras de Nietzsche. Puesto que considera que desde la época de Platón, lo único que se produjo en Occidente hasta el siglo XIX fue una filosofía falsa y corrompida, plantea la necesidad de refundar todos los valores. Es por eso que Nietzsche transmuta los valores platónicos del bien, la verdad y lo bello del mundo de las ideas (que no existe) al mundo sensible, dándole un giro radical a la ética. De ahí el rasgo antiplatonista de su pensamiento.

En esta perspectiva, Nietzsche es el visionario filósofo alemán que predice la crisis de la fe cristiana (ciertamente repudiaba el cristianismo) a fines del siglo XIX y es el primer pensador en advertir que la muerte de Dios daría lugar a cambios radicales en la historia de la humanidad. Se erigió como el gran libertador y propuso la idea de la libertad absoluta del hombre como una medida del universo. En ese sentido, pienso que los principios de la filosofía de Nietzsche no son guías para pensar como él; sino para pensar por nosotros mismos, para tomar nuestras propias decisiones y desarrollarnos por nuestros propios esfuerzos sin ninguna determinación externa.

Pero, la filosofía de Nietzsche no se dirigió sólo a la clase de vida que se debe llevar, sino también a la de un nuevo tipo de hombre que se debe ser. El hombre para Nietzsche, es una cuerda tendida que está entre la bestia y el superhombre (totalmente diferente del modelo cristiano). Según Nietzsche, todo lo que aumenta en el hombre la sensación de poder es bueno y todo lo que nace de la debilidad es malo. Con estas frases formula su idea: "Aquel que tiene un porqué para vivir puede enfrentarse a todos los cómos".


Entonces, ya estoy en condiciones de responder las preguntas formuladas al inicio, que tienen que ver el pensamiento de Nietzsche cuando expresa aquella frase famosa que rotula este modesto ensayo. Así puedo decir que, cuando una persona tiene causa, razón o motivo para vivir, se puede enfrentar a todas las dificultades, preguntas o miedos que le plantea la vida. El ser humano, como proyecto, posee un espíritu constante de superación, y si cree firmemente en algo no encuentra obstáculo que pueda impedir su propósito. Por el contrario, si una persona no encuentra motivo o razón para vivir, se somete a una presión tal que no le deja enfrentarse a los 'cómos' de la vida. Con una actitud positiva, todo es más fácil y agradable, pero con una actitud negativa, uno sólo ve escollos y muros, no difíciles, sino imposibles de vencer o superar. La vida es un encuentro de tropiezos no para caer, sino para levantarse. La vida es un conjunto de problemas. Son éstos los que van a ayudar a madurar y mejorar al hombre. No hay éxito sin dolor dice la máxima. Y la vida es para los valientes, para los que quieren trascender.

En esa línea, y para terminar, una educación con sentido sería aquella formación que le ayudará al hombre a liberarlo de su incapacidad para ver. Y, esa liberación le permitirá hacer que las cosas pasen y ser el protagonista en la historia de su pueblo, rompiendo con esa mentalidad dictada por el destino y la fatalidad, que le dibuja como objeto de socialización, que lo conmina y lo reduce a esperar y/o a dejar que las cosas pasen, impidiéndole soñar lo que desea soñar, ir a donde desea ir y ser lo que desea ser. Como educadores responsables de los hombres del hoy y del mañana debemos aportar enseñando a los educandos a percibir los problemas y/o las cosas poniéndoles siempre ante la vista el mayor número de posibilidades, al margen de engaños, fantasías y otras corrupciones que enceguecen al hombre de hoy.

Bibliografía:
No consigno más títulos de libros que “El Crepúsculo de Los ídolos” de Friedrich Nietzsche, porque como dice Jean-Paul Charles Aymard Sartre: “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.” Gran parte de este ensayo es producto de ideas y pensamientos de muchos pensadores que han transitado por los largos y sinuosos caminos neurales que hay en mi cerebro.

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